"Creo que ellos están cosechando lo que sembraron, usan el discurso de 'nosotros contra ellos' y ahora acabaron siendo víctimas de esa polarización", desafió el gobernador de San Pablo, y presidente del oficialista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Geraldo Alckmin.

Alckim arrojó su polémica opinión, a pesar de que su aliado Michel Temer aseguró que el atentado contra la caravana del expresidente y candidato a un nuevo mandato- si la justicia se lo permite- es "inaceptable". 

El diputado y abogado Paulo Teixieira, del Partido de los Trabajadores (PT), dijo que el gobernador Alckmin "muestra una total irresponsabilidad al sostener actos de corte fascista".

El PSDB es el partido del expresidente Fernando Henrique Cardoso, la fuerza que respaldó la asunción de Temer como presidente en 2016 tras haber impulsado el juicio político a Dilma Rousseff.

Alckmin ha abandonado paulatinamente su perfil oficialista para lanzarse a disputar la presidencia en las elecciones de octubre, en las que cuenta con no más de 8% de intención de voto.

Las declaraciones del Gobernador a la prensa tuvieron lugar en un evento de la película "Nada a Perder", la biografía del titular de la Iglesia Universal, el pastor Edir Macedo, el mayor líder evangelista de Brasil.

Mientras que el alcalde de San Pablo, también del PSDB, Joao Doria, afirmó que "el PT no necesita que le tiren huevos y sí que sus corruptos vayan a la prisión".

Dos ómnibus de diputados, exministros, militantes y periodistas que acompañan la caravana de Lula en el sur del país fueron baleados ayer en el estado de Paraná. "Este ataque fue una emboscada, quieren matar a Lula", dijo la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann.

Mientras continúa la investigación por el atentado, la principal sospecha de la policía es que los tiros partieron de sectores ruralistas que vienen siguiendo a la caravana y hostigando a Lula que es el precandidato que se encuentra con mejores números en los sondeos.