"Yo quiero mucho al pueblo cubano. Tuve buenas relaciones humanas con gente cubana y también lo confieso: con Raúl Castro tengo una relación humana. Yo me quedé contento cuando se logró ese pequeño acuerdo con los Estados Unidos que el presidente Obama lo quiso en su momento, y Raúl Castro lo aceptó y fue un buen paso adelante pero que se detuvo ahora", dijo Francisco.

Las palabras del mandatario dan vueltas al mundo en un momento en el que la ultra derecha demoniza a Cuba. El país caribeño, uno de los pocos en el mundo que desafía la hegemonía de Estados Unidos, paga las consecuencias de ello. 

"En estos momentos se están haciendo diálogos de sondeo para acortar distancia. Cuba es un símbolo, Cuba tiene una historia grande, yo me siento muy cercano, incluso a los obispos cubanos", ratificó.

Siempre en el medio de acusaciones que lo tildan de 'comunista', el Papa volvió a desmarcarse con altura: "Ciertos grupos de medios de comunicación muy ideologizados que se dedican a ideologizar la postura de los otros". 

"A veces no saben distinguir lo que es el comunismo de lo que es el nazismo, de lo que es el populismo, de lo que es un popularismo. Cuando me acusan de comunismo digo: 'Qué trasnochado está esto'. Esas acusaciones ya pasaron, las veo como trasnochadas. La hacen pequeños grupos ideologizados", dijo.