Unas 150 personas, dos grúas y varias horas de trabajo con temple de acero fueron necesarias para rescatar a una aeronave que quedó prácticamente colgando en un acantilado en Turquía. 

El Boeing 737-800 de la compañía Pegasus Airlines quedó varado el pasado lunes en el aeropuerto de Trabzon. Los dos pilotos de Pegasus declararon que el avión acabó en el acantilado después de la repentina e inexplicable aceleración de uno de los motores.

El motor en cuestión salió disparado en el accidente y cayó al mar tras una loca carrera sobre la pista mojada. Afortunadamente no hubo que lamentar víctimas y se pudo recuperar todo el equipaje de los pasajeros.