El jefe de los Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, será sometido a un juicio político por su supuesta participación en hechos de corrupción por los que fue allanada su residencia oficial, según acordó una comisión parlamentaria.

El Consejo de Ética de la Cámara de Diputados aceptó a trámite el proceso con vistas a la pérdida del escaño de Cunha, después de que este fue objeto de una vasta operación policial que también investiga a dos ministros del Gobierno de Dilma Rousseff y a otros políticos por las corruptelas en la estatal Petrobras.

La votación en el Consejo de Ética había sido postergada con diversas maniobras por diputados aliados a Cunha, que obstruyeron durante seis sesiones una votación que este martes finalmente concluyó con once votos a favor del proceso y nueve en contra.

Además de la casa de Cunha, fueron registradas por la policía las residencias de los ministros de Ciencia y Tecnología, Celso Pancera, y de Turismo, Henrique Eduardo Alves, así como las del senador Edison Lobao, el diputado Aníbal Gomes y otros políticos.

Todos pertenecen al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lidera el vicepresidente del país, Michel Temer, que en las últimas semanas se ha distanciado de Rousseff, quien a su vez puede ser sometida a un proceso con vistas a su destitución por unas maniobras fiscales irregulares en los balances del Gobierno.

Las operaciones fueron ordenadas por el magistrado Teori Zavascki a petición de la Fiscalía, que investiga desde hace meses denuncias sobre la supuesta participación de políticos en la red de corrupción en Petrobras, que, según la propia petrolera, se apropió en forma ilegal de 2.000 millones de dólares entre 2004 y 2014.