Con más de 55.000 muertos el presidente brasileño Jair Bolsonaro dice que hubo exceso de preocupación con el COVID-19.

Eso no impidió que le hiciera un bizarrísimo homenaje a las víctimas con un Ave María tocada en acordeón y cantada a los gritos. 

Para hacerlo más insólito, quien toca y canta a pedido del presidente no es otro que Gilson Machado Neto, el titular de Embratur, la Agencia oficial de promoción de turismo, un funcionario de su gobierno.