Jóvenes de ideas de ultraderecha, admiradores de Hitler, y barrabravas de clubes, un combo conducido por Stepan Bandera, considerado un criminal de guerra y que colaboró con la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial. 

Eso es el Batallón Azov, grupo paramilitar que opera como una empresa, recluta postulantes en sus redes sociales y glorifica a nazis que participaron de la última guerra mundial. 

Su símbolo es el Wolfsangel, de inconfundible linaje nazi y prohibido en Alemania.

Es una preocupación para El Departamento de Estado de EE.UU, que lo calificó como “grupo de odio nacionalista”; y para Vladimir Putin también, que reclamó a los militares ucranianos tomar el poder para poder negociar una salida al conflicto.