La Corte Suprema del estado de Pensilvania (EE.UU.) dio a conocer este martes un nuevo informe que muestra la realidad que la Iglesia Católica no quiere que veas.

En él se detallan los más de 1.000 niños abusados solo en el estado de Pensilvania, y los más de 300 sacerdotes implicados en esos delitos.

Para peor, según afirma RT Español, los resultados de la investigación de más de 1.300 páginas exponen que "varios administradores diocesanos, incluidos los obispos, a menudo disuadieron a las víctimas de denunciar abusos a la Policía, presionaron a las fuerzas del orden público para que cancelaran o evitaran una investigación".

"Los sacerdotes estaban violando a niños y niñas, y los hombres de Dios que eran responsables de ellos no solo no hicieron nada: lo escondieron todo", dice el impactante reporte.

En ese sentido, el diario ya citado comunica que los líderes locales de la Iglesia desalentaban a las víctimas para que no denunciaran los abusos, algunos perpetrados hace casi 70 años. En varios casos, las víctimas mueren sin conocer la justicia, ya que no se atreven a relatar los delitos, o fallecen los acusados sin ser castigados: "Como consecuencia del encubrimiento, casi todos los casos de abuso que encontramos son demasiado viejos para ser enjuiciados", expresa el documento.