La decisión de un gran jurado de Estados Unidos de dejar libre y sin cargos al policía que en agosto pasado mató de seis disparos al joven negro Michael Brown, desató en la madrugada de este martes violentos disturbios en Ferguson (Missouri).

Las protestas se extendieron a Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Washington DC, Oakland y otras grandes ciudades del país, con un tono fundamentalmente pacífico, salvo algunos incidentes aislados.

El jurado norteamericano tomó la decisión de no imputar al oficial de policía blanco Darren Wilson, que el 9 de agosto pasado había matado al joven en circunstancias, al menos, poco claras.

Vehículos y edificios en llamas, comercios saqueados y enfrentamientos entre manifestantes y agentes son las imágenes de la avenida West Florissant, de Ferguson y alrededores, epicentro de la ola de disturbios.

La Policía local usó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes y aseguró haber contabilizado más de una decena de disparos en la zona de las protestas.

El área de Ferguson estaba desde la semana pasada bajo máxima alerta, con el FBI y la Guardia Nacional preparados para intervenir si las protestas convocadas para esta noche derivaban en fuertes disturbios como los de agosto, consigna la agencia EFE.

El estallido de la violencia era precisamente el escenario que habían pedido evitar los familiares de Brown que, a pesar de estar "profundamente decepcionados" por el fallo judicial, dijeron en un comunicado que "responder a la violencia con violencia no es la respuesta".

El presidente Barack Obama, en tanto, recordó el deseo de la familia en un discurso no previsto desde la Casa Blanca en el que llamó a la calma y pidió "contención" a manifestantes y agentes.