Según informaron autoridades locales, el primer coche bomba  explotó cerca de una minivan y el segundo auto fue detonado cuando la policía llegó a la escena a ayudar a las víctimas. 

El vocero de los talibanes,  Zabiullah Mujaheed,  dio un mensaje en que se atribuyó responsabilidad del atentado señalando que estaban persiguiendo a los miembros de la agencia de inteligencia de Afganistán.

Hasta el momento se habla de 20 muertos y decenas de heridos de diversa gravedad. No es la primera vez que la alta casa de estudios sufre ataques. En agosto de 2016 se produjo una toma de rehenes y tiroteos que terminaron con  la muerte de siete estudiantes, los asaltantes, tres guardias y tres policías, y casi medio centenar de heridos.