Donald Trump está obsesionado con "la falta de precisión" por parte de la prensa local y suele denunciar que son "mentirosos" o que tergiversan información de su Gobierno. 

Tras el reciente escándalo por el despido del director del FBI, James Comey, el mandatario estadounidense se mostró molesto por cómo se presentó la noticia y los rumores que hubo al respecto. Por ello, tuiteó- como hace siempre- que tal vez "lo mejor" sería cancelar las conferencias de prensa de la Casa Blanca y entregar respuestas "por escrito en beneficio de la rigurosidad". 

Inmediatamente la prensa reaccionó ante esta posible limitación de la libertad de expresión y derecho a preguntar. Los cruces por los sucedido con Comey no cesan y las diversas versiones siguen replicándose.