Donald Trump decidió volver a enfriar las relaciones con el Gobierno de Cuba luego del histórico deshielo iniciado por Barack Obama antes de dejar la Casa Blanca

El presidente republicano bajó las expectativas de La Habana y limitará los viajes a la isla, prohibirá el flujo comercial con el poderoso conglomerado militar (60% de la economía) y además de retomar la política de los sectores anticastristas de Florida que rechazan la negociación con los Castro al acusarlos de violar libertades y derechos humanos. 

“La política de Obama solo ha servido para incrementar la represión. Vamos a dar marcha atrás y dar el poder al pueblo cubano frente a los elementos represivos del régimen. Habrá cotas, de forma que si hay liberación de presos o elecciones, avanzaremos”, señaló un portavoz de la Casa Blanca.

Aunque representa un nueva pausa en las relaciones bilaterales por ahora los vuelos comerciales no quedan prohibidos ni tampoco los cruceros. Pero no se se restituye la política de pies secos, pies mojados que permitía a los cubanos entrar sin visa en Estados Unidos. 

Sí prohíbe, salvo alguna excepción aeroportuaria y marítima, toda transacción financiera con el conglomerado militar. El principal afectado será el Grupo de Administración Empresarial (Gaesa), un paraguas empresarial bajo el que las fuerzas armadas y los servicios de inteligencia controlan el 60% de la economía cubana. 

Fuente: El País