Brahim Abdeslam, de 31 años, fue uno de los individuos que el 13 de noviembre pasado atacó en París, en el marco de una serie de atentados simultáneos en la capital francesa, que dejó 130 muertos.

Una cámara de seguridad del bar 'Comptoir Voltaire', uno de los locales gastronómicos que fue objetivo de los yihadistas, grabó el momento en que explotan las bombas que el terrorista llevaba encima, desintegrando su cuerpo. De hecho, sólo pudo ser identificado por la huella de uno de sus dedos.