Después de que medios locales informaran que el Secretario de Estado, Rex Tillerson, llamó a Donald Trump un "moron" (idiota) en lo que corresponde a su accionar diplomático y de política exterior, el presidente de Estados Unidos decidió hacerse eco de esa declaración y convocarlo a un test para medir sus inteligencias (IQ)

Fue en una entrevista publicada el pasado jueves, en la revista Forbes, cuando el magnate republicano conoció los dichos de Tillerson y si bien primero habló de "noticias falsas"- algo habitual en el republicano- luego decidió ir un poco más allá y planteó "Si dijo eso, creo que deberíamos comparar tests IQ [de inteligencia]. Y ya te puedo decir quién va a ganar". 

Luego del fuerte cruce que tuvo el senador republicano y presidente de la influyente Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Bob Corker, que aseguró que Trump "lleva a Estados Unidos a la Tercera Guerra Mundial"; este nuevo enfrentamiento- ahora con Tillerson- hace que muchos vean a la Casa Blanca como un campo de guerra en el que el Presidente no siempre se inclina por la diplomacia. 

Después de la convocatoria al desafío de inteligencia, Trump bajó el tono y en declaraciones del pasado sábado aseguró que con Tillerson "tienen una buena relación". "No concordamos en un par de temas. A veces me gustaría que el fuera un poco más duro, pero más allá de eso tenemos una buena relación", insistió el republicano.