Descontando las intenciones de salvar al planeta, de recrear un medioambiente sustentable, y de concientizar sobre la crueldad con que se trata a los animales para la alimentación humana, un grupo de activistas francesas llegó a un punto extremo: se dejaron marcar la piel como ganado.

Las imágenes son muy fuertes, y no dejan lugar a la interpretación, la bestialidad con que trataron su propio cuerpo es elocuente.