El ataque se produjo durante la madrugada de este jueves, cuando la mayoría de los efectivos que estaban en el lugar del ataque dormían, lo que provocó confusión sobre si había civiles entre las víctimas al no llevar uniforme todos los fallecidos.

Según informó el Ministerio del Interior de Yemen, las víctimas mortales del atentado son ocho miembros del ejército y la policía y seis milicianos de tribus, que respaldan a las autoridades en su lucha contra los extremistas.

La agencia Reuters da cuenta de que refuerzos de seguridad acudieron a Haban para perseguir a los agresores, que han logrado huir tras destruir la posición de seguridad y tres vehículos blindados.

Esta ofensiva es la mayor efectuada desde 2012, cuando las fuerzas armadas expulsaron a los miembros de Al Qaeda de algunas ciudades del sur, que estuvieron en manos del grupo durante casi un año.

Por su parte, el ejército yemení informó este mismo jueves que lleva matados a 500 miembros de Al Qaeda desde que los militares lanzaron una ofensiva contra el grupo, en abril pasado. También murieron 40 soldados en la campaña contra Al Qaeda, dijo el coronel Saeed al Faquih, portavoz del Ejército yemení, en una conferencia de prensa.