Miles de personas se concentraron en la tarde del jueves ante la sede del gobierno de Uruguay tras una marcha por el centro de Montevideo en apoyo a los maestros y profesores que se encuentran en conflicto con el Ejecutivo por el reclamo de más presupuesto educativo.

La multitudinaria protesta se realizó para exigir al gobierno la supresión de un decreto que declara "esenciales" los servicios educativos públicos en medio de una pulseada con los sindicatos que piden más presupuesto para el sector.

Así, profesores de las escuelas primarias, secundarias y técnicas de Uruguay ratificaron la huelga general iniciada el lunes y que se mantuvo durante toda la semana. Los docentes se pronunciaron en contra de la disposición pronunciada el lunes por el gobierno del presidente Tabaré Vázquez, la cual ordena el levantamiento del paro bajo amenaza de despido.

El gobierno había ofrecido, en la noche del martes, levantar el decreto de esencialidad a cambio de que se levantara la huelga, pero los docentes reclaman abrir un debate sobre el aumento salarial y el presupuesto para mejorar las condiciones de trabajo.

En este sentido, algunos docentes eligieron tomar los establecimientos, colgando pancartas y túnicas de los enrejados de los edificios, mientras que otros prefirieron dictar clases pero utilizando un brazalete negro por encima de sus guardapolvos para demostrar solidaridad con sus compañeros.

Al respecto, Cristina Figueredo, de la Federación Uruguaya de Magisterio, expresó: “Si queremos arreglar la educación pública, tenemos que pensar que no es solamente recursos para las escuelas, sino también buenos sueldos para los maestros, para que se ocupen como deben de sus clases”.

Por su parte, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, aseguró el gobierno “está dispuesto a dialogar”, y afirmó que con esta huelga “están lesionados los derechos de los estudiantes, que tienen derecho a estudiar y a aprender”.