La historia de Michelle Carter y Conrad Roy sacudió a la sociedad de Massachusetts, en Estados Unidos, y ahora un juez dictaminó que la mujer- que en ese entonces era menor de edad (2014)- animó a quien era su pareja a suicidarse.

Roy- un joven que había sufrido abusos familiares y depresión- se quitó la vida inhalando monóxido de carbono dentro de su camioneta. El suicidio ocurrió en el verano de 2014 pero recién ahora llegó a los tribunales para analizar la responsabilidad de la joven que en lugar de alertar sobre la situación solo instó a que el muchacho tomara la trágica decisión. 

Una noche de julio, minutos antes de quitarse la vida, Roy, nervioso, cuestionó por mensaje de texto si estaba tomando una buena decisión mientras llenaba el interior de su coche con monóxido de carbono. La chica respondió: “Vuelve a meterte. Hazlo y punto”.

 “Así que supongo que no lo vas a hacer, todo eso para nada...Estoy tan confundida, estabas listo y decidido”, es otro de los mensajes que consideró la justicia para culpar a la joven que si bien podría recibir una pena de hasta 20 años, falta la ratificación de la sentencia,  El juez Lawrence Moniz quiso dejar en claro que el accionar de Carter fue no solo imprudente sino también inhumano. 

La decisión del juez puede sentar precedente para casos en el futuro bajo el cual una persona puede ser culpada de la muerte de otra pese a no estar en el mismo lugar físico. Y que, por tanto, las palabras de alguien bastan para causar el suicidio de otro individuo.