A raíz de los sucesos que se vienen sucediendo en Brasil, donde la derecha mediática, política y económica acosa al gobierno de Dilma Rousseff, y debido a la decisión de un juez federal de suspender su nombramiento como jefe de la Casa Civil (Jefatura de Gabinete), Luiz Inácio Lula da Silva hizo pública una carta abierta de fuerte contenido político.

En la misiva reclama justicia ante lo que calificó como "tristes y vergonzosos episodios", en referencia a escuchas telefónicas de las que fue objeto y que fueron divulgadas por un juez.

"Los tristes y vergonzosos episodios de las últimas semanas no me harán descreer de la institución del Poder Judicial. Ni me harán perder la esperanza en el discernimiento, en el equilibrio y en el sentido de equilibrio de ministros y ministras de la Corte Suprema", expresa.

En ese sentido, critica vehementemente la divulgación de algunos tramos de conversaciones que, resalta, fueron mantenidas en ámbitos privados, y señala: "No tuve acceso a grandes estudios formales, como saben los brasileños. No soy doctor, letrado, jurisconsulto. Pero sé, como todo ser humano, distinguir lo correcto de lo equivocado; lo justo de lo injusto".

En la carta abierta que se conoció en la noche del jueves, Lula pide: "Justicia, simplemente Justicia es lo que espero, para mí y para todos, en la vigencia plena del estado de Derecho democrático".

El expresidente, quien gobernó el país entre 2003 y 2010, afirma que confía "en las instituciones democráticas, en la relación independiente y armónica entre los Poderes de la República, según lo establecido en la Constitución Federal. Creo también en los criterios de imparcialidad y equilibrio que orientan a los magistrados involucrados en esta noble misión", agrega.

Además destaca que en función de esa confianza, ha recurrido últimamente a la Corte Suprema "para garantizar derechos y prerrogativas que no me alcanzan a mí exclusivamente, sino a cada ciudadano y a toda la sociedad".