El presidente cesado de la Generalitat, Carles Puigdemont, anunció que se halla en Bélgica no para pedir asilo político ya que “no es una cuestión política de Bélgica”, sino que está en el país “para actuar con libertad y seguridad”.

El funcionario destituido señaló que sin tener la voluntad de “escapar de la justicia”, “tomamos las elecciones como reto democrático”, en referencia a los comicios del 21 de diciembre. 

Puigdemont ha expuesto que “si nos hubiéramos quedado” en Cataluña, y hubiéramos dando “una cierta resistencia”, habría habido “una reacción de enorme violencia por parte del Gobierno”, pero “no quiero exponer a la población de Cataluña a otra jornada de violencia” como la del día del referéndum del 1-O.

Y aseguró que “nadie ha abandonado el Govern y continuaremos nuestro trabajo”, pero de momento, “una parte del Gobierno hemos venido a Bruselas para hacer evidente que hay un problema con Cataluña”, mientras que “otra parte del Govern y de la candidatura de JxSI seguirán como miembros legítimos del Govern", en la región. 

Los exconsellers que acompañan al exdirigente catalán en Bruselas serían Joaquim Forn (PDeCAT), Meritxell Borràs (PDeCAT), Antoni Comín (independiente), Dolors Bassa (ERC), Meritxell Serret (ERC), Lluís Puig y Gordi y Clara Ponsatí (independientes).