Si bien siempre Estados Unidos tuvo un política pendular para los inmigrantes, algunas medidas como la de «pies secos, pies mojados» (en inglés, «wet feet, dry feet policy») de los noventa para los cubanos autoexiliados, o el DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) para los llamados dreamers- entre otras- funcionaban para hacer valer la idea de un país "de oportunidades".

Pero desde la llegada de Donald Trump al poder con su política extrema de fronteras, como el tan mentado muro para México- o la prohibición de varios países para adquirir un visado, las posibilidades de llegar y hacer "la América" empezaron a decaer. 

Y uno de los índices más notorios de esa expulsión constante se encuentra en la frontera con Canadá donde los servicios de asilo se hallan desbordados y Justin Trudeau es cada vez más criticado ya que algunos ciudadanos comienzan a ver que la idea de "la diversidad es nuestra fuerza" es en realidad una "debilidad". 

Según datos del Immigration and Refugee Board of Canada- el tribunal administrativo encargado de revisar y conceder asilo- las solicitudes se han duplicado en dos años: en febrero del 2016, tenían alrededor de 17.300 demandas pendientes por resolver mientras que en febrero de este año, la cifra alcanzó los 50.700 pedidos. 

Esta demanda no solo sorprendió a las autoridades sino que también ralentizó todo el proceso que en algunos casos puede demorar hasta 20 meses en completarse- cuando antes no superaba los 60 días-  y así poder permanecer legalmente en Canadá. 

Incluso el Gobierno federal se vio obligado a destinar 173 millones de dólares canadienses para reforzar el sistema informático y las patrullas que controlan la cada vez más transitada frontera con Estados Unidos. 

Jean-Nicolas Beuze, representante del Alto Comisionado de Refugiados de la ONU en Canadá, teme que con la llegada del clima más benigno- ya que comenzaron la primavera- se incremente el número de migrantes; en una sociedad que si bien se caracteriza por ser hospitalaria también empezó a exigir que se revise la ley de asilo. 

Trump, ante falta de financiamiento para el muro, enviará tropas a frontera con México

El presidente de Estados Unidos decidió que ante la falta de presupuesto para concretar su faraónica obra, en la frontera sur con México, decidió militarizar la zona.

El Gobierno de Trump trabajaba con los gobernadores de los cuatro estados del suroeste estadounidense a lo largo de la frontera para desplegar a la Guardia Nacional, dijo la secretaria de Seguridad Interior, Kirstjen Nielsen, quien agregó que no se involucrará en tareas policiales.

En un memorando que establece la nueva iniciativa, Trump le ordenó al secretario de Defensa, James Mattis, solicitar el uso de personal de la Guardia Nacional para ayudar al Departamento de Seguridad Interior en asegurar la frontera sur.

"Hasta que podamos tener un muro y la seguridad adecuada, vamos a proteger la frontera con el Ejército", dijo el martes Trump a periodistas en la Casa Blanca, lamentando lo que denominó leyes estadounidenses "horribles" que dejan la frontera sur poco protegida.

El miércoles, Trump dijo a través de Twitter: "Nuestras leyes fronterizas son muy débiles mientras que las de México y Canadá, muy fuertes. El Congreso debe cambiar estas y otras leyes de la era Obama AHORA".