A seis días de la decisión definitiva en las elecciones presidenciales en Brasil, los sectores de la derecha que auspician al candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) Aécio Neves, convocaron manifestaciones callejeras con expresiones y pedidos de violencia institucional.

Previo a la primera vuelta, la empresa de mediciones de intención de voto IBOPE, protagonizó el papelón de levantar en las encuestas los porcentajes de la candidata Marina Silva, que no llegó a conseguir los sufragios para entrar en el balotaje final.

Además de sumar el apoyo de la candidata de las corporaciones, Aécio sumó la adhesión del Club Militar de Brasil, que busca poner fin a la Comisión de la Verdad creada durante el gobierno de Rousseff: en una carta pública, los oficiales de reserva nombran a Neves como "una esperanza concreta de poner fin a la era petista".

Neves es un economista de 54 años, miembro de la elite brasileña y un conservador en temas económicos, que se posiciona como la alternativa del gobierno actual, el Partido de los Trabajadores (PT) uno de los mayores redistribuidores de la riqueza en la región.

Las manifestaciones que vertieron quienes apoyan a Neves dan escalofríos... "Es imposible no tener odio por el PT", "son canallas terroristas", "vamos a salvar a Brasil cueste lo que cueste, con la intervención militar o con Aécio", se escucharon entre otras frases desafortunadas y preocupantes.