Este viernes y tras una transmisión en vivo que dio a sus seguidores durante casi una hora, el presidente Jair Bolsonaro abandonó Brasil y viajó hacia Estados Unidos. Su alejamiento del país se da dos días antes de que asuma el mandatario electo Luiz Inácio Lula da Silva, en una decisión inédita en la historia del país. 

En su discurso de despedida a través de una transmisión de Facebook que duró 52 minutos, Bolsonaro lloró por su derrota, defendió las protestas golpistas y alentó a sus seguidores a no desistir para ser oposición "inteligente" a su sucesor. 

"Ya estoy en vuelo, vuelvo a la brevedad", dijo Bolsonaro al canal de noticias CNN Brasil a bordo del avión de la Fuerza Aérea que lo trasladaba a Estados Unidos. Así, el militar confirmó que no participará de las ceremonias de transmisión de mando de Lula el próximo domingo. 

El vicepresidente Hamilton Mourao asumirá este viernes como presidente ante la ausencia de Bolsonaro y gobernará hasta la medianoche del sábado 31, aunque dijo que no tiene previsto participar de las ceremonias de traspaso de mando el domingo por la tarde en el Palacio del Planalto. 

Seguidores del presidente, que pedían un golpe de Estado para impedir la llegada de Lula al poder, comenzaron a abandonar los acampes frente a cuarteles en San Pablo y Brasilia. 

Según el Diario Oficial de la Unión, ocho funcionarios elegidos por Bolsonaro como parte de la comitiva permanente de seguridad a ex presidentes fueron en el avión con el mandatario. 

En tanto, CNN Brasil, también aseguró que la primera dama, Michelle Bolsonaro, viajaba hacia Orlando, donde el mandatario tiene amigos que le han ofrecido hospedaje en esa ciudad de Florida, donde se concentra gran parte de la comunidad brasileña en Estados Unidos. 

Medios locales aseguran que Bolsonaro podría pasar el Año Nuevo en Palm Beach con el ex presidente Donald Trump, su gran aliado. Para analistas locales, la partida tiene que ver con la pérdida de fueros, ya que a partir del 1 de enero podrá enfrentar posibles investigaciones judiciales. 

De todas formas, un vocero del Partido de los Trabajadores aseguró que el entorno de Lula cree que es el corolario de un "colapso" de Bolsonaro provocado por la derrota electoral. "Lula se estuvo comportando como presidente del país mientras Bolsonaro se recluyó en el Palacio de la Alvorada por dos meses. Bolsonaro se vio agotado y sin salida tras provocar cuatro años de tensiones cuando no tenía nada más con qué amenazar", explicó una fuente, cercana al equipo de transición. 

El vacío institucional dejado por Bolsonaro en su anteúltimo día como presidente se produce en medio de la conmoción y el luto de tres días decretado por la muerte de Pelé, cuyos funerales se realizarán el lunes en la cancha de Santos. Más temprano, en un discurso transmitido por sus redes sociales, el jefe de Estado dijo a sus seguidores que "el mundo no se termina el 1° de enero". 

"El mundo no termina el 1° de enero, no hay un todo o nada, hay que tener inteligencia y mostrar que somos diferentes a ellos, que respetamos la ley y la Constitución", aseguró en relación a la fecha de asunción de Lula y del fin de su gobierno de cuatro años, tras fracasar en su intento reeleccionista en octubre.