"Les digo a los canallas que nunca seré preso", dijo Bolsonaro, que cargó contra el juez de la corte Alexandre de Moraes, que investiga acciones golpistas contra la democracia del movimiento bolsonarista, y contra el titular del Tribunal Superior Electoral (TSE), Luiz Barroso.

Y agregó: "Debemos determinar que todos los presos políticos sean puestos en libertad. Alexandre de Moraes, este presidente no cumplirá más (sus decisiones). La paciencia de nuestro pueblo se agotó", dijo Bolsonaro ante 145.000 seguidores reunidos en la Avenida Paulista de la ciudad de San Pablo.

Sus declaraciones se dan en el marco de una crecida de la tensión entre las ambiciones de mantener el poder del dirigente de extrema derecha y la verdadera voluntad de un pueblo que hoy le daría la espalda en las urnas. 

En tanto, el gobernador del estado de San Pablo, el precandidato presidencial Joao Doria, anunció hoy que revisó su posición histórica y se pronunció a favor de un juicio político al presidente Jair Bolsonaro, su exaliado, por haber atentado contra la democracia con los actos convocados para amenazar con una acción contra el Supremo Tribunal Federal.

"MI posición ahora es del impeachment de Bolsonaro, después de la agresión que hizo hoy a la Constitución", afirmó Doria en conferencia de prensa.

El Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que tiene un ala oficialista que aprueba la agenda económica de Bolsonaro en el Congreso, convocó a una reunión extraordinaria para este miércoles para decidir sobre un juicio político.

Más de 120 pedidos de impeachment por diversos delitos, fueron presentados contra Bolsonaro, pero darle curso depende apenas de una persona, el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, del conservador Partido Progresista (PP), bolsonarista y férreo defensor de la agenda gubernamental.