Tras el reciente escándalo del todopoderoso productor Harvey Weinstein, denunciado por decenas de mujeres por agresión sexual, Hollywood vive inmerso en la polémica ante el goteo de nuevas acusaciones de salpican a actores como Kevin Spacey.

Pero la sombra de ese tipo de acusaciones ha cubierto a políticos como el senador demócrata Al Franken, acusado esta semana por una presentadora de "besarla a la fuerza" o el expresidente Bill Clinton. Juanita Broaddrick, también habló esta semana como víctima de un supuesto abuso sexual y apuntó a Bill Clinton, que gobernó Estados Unidos de 1993 a 2001.

"Siento que la gente está empezando a creer y darse cuenta de que realmente fui asaltada sexualmente por Bill Clinton", dijo a la cadena Fox Broaddrick, que sostiene desde hace casi dos décadas que el expresidente la violó en 1978 siendo fiscal general de Arkansas.

Bien sabido es que Clinton causó revuelo con el escándalo de su relación extramarital con la becaria de la Casa Blanca Monica Lewinsky, que le valió en 1998 un histórico juicio político, si bien fue exonerado.

Pero las dudas sobre su comportamiento sexual fueron más allá del "caso Lewinsky", tras afrontar la demanda por acoso sexual interpuesta por Paula Jones, exempleada del estado de Arkansas, que se saldó con un acuerdo entre las partes para pagar a la litigante 850.000 dólares a cambio de retirar un recurso de apelación. Jones acusó a Clinton de convocarla en 1991 en una habitación de un hotel, en la que el entonces gobernador de Arkansas se bajó los pantalones y le pidió sexo oral.

La conducta sexual del expresidente no sólo volvió a salir a la palestra esta semana, sino que impactó en el Partido Demócrata, que le ha venerado hasta la fecha.

La senadora Kirsten Gillibrand, que sucedió a Hillary Clinton en su escaño en el Senado por Nueva York, declaró este jueves al diario The New York Times que la "respuesta apropiada" de Bill Clinton debería haber sido la dimisión por su aventura con Monica Lewinsky. El inesperado reproche de Gillibrand, que suena como posible candidata presidencial para las elecciones de 2020, provocó el enojo de Philippe Reines, exasesor de Hillary Clinton.

La propia Hillary Clinton fue consultada este viernes en una entrevista radiofónica sobre los comentarios de Gillibrand acerca de su marido: "No sé exactamente que está intentando decir", se limitó a responder la ex primera dama.

La candidata presidencial demócrata en 2016 defendió durante la campaña electoral a las "supervivientes de asalto sexual", aunque sus detractores le afean que actuó siempre como escudo de su esposo.

Fuente: Agencia EFE