El avance imparable del Talibán en Afganistán fue tan inesperado como sorprendente para la prensa y los gobiernos occidentales.

En pocas semanas se adueñaron de varias provincias y culminaron con la entrada a la capital Kabul generando la estampida de funcionarios diplomáticos de varias embajadas, ciudadanos que intentaban escapar colapsando el aeropuerto y la huida del presidente Ashraf Ghani Ahmadzai.

El mandatario estadounidense, Joe Biden, fue categórico al repasar lo que fueron los veinte años de presencia militarizada en ese país, y dejó en claro para qué habían llegado hasta allí.