El conservador Silvio Berlusconi, tres veces primer ministro italiano y referente de la coalición de centroderecha que encabeza las encuestas de elecciones del 4 de marzo, pidió echar del país a 600.000 migrantes porque son "una bomba social".

"La inmigración es una cuestión urgente. Hoy en Italia se cuentan al menos 630.000 migrantes, de los que sólo el 5%, o se 30.000, tiene derecho de estar aquí como refugiados o huyendo de guerras y muerte", planteó Berlusconi en declaraciones al programa de la Rai Tg5. 

"Los otros 600.000 son una bomba social pronta a explotar porque viven de delitos", atacó el líder de Forza Italia, decidido a confrontar con la política migratoria del gobierno actual.
En ese marco, "Il Cavaliere" no ahorró crítias para el oficialista Partido Democrático y sostuvo que "Un gobierno con autoridad debería exigir a la Unión Europea que ponga en la cancha todo su peso económico político para resolver el problema". 

La estrategia anti-migratoria parece darles resultados a la centroderecha a menos de un mes de las elecciones que renovarán el Parlamento para la formación de un nuevo gobierno.
Según una simulación electoral de la Universidad de Bologna en base a las encuestas de las últimas dos semanas publicada por La Repubblica el 31 de enero, la centroderecha "es la única fuerza que puede obtener la mayoría", o sea el 40% de los 630 Diputados y 315 Senadores para formar un nuevo gobierno.

Así, para las elecciones del 4 de marzo, la centroderecha formó una coalición integrada por Forza Italia de Berlusconi, la Lega NOrd, los conservadores Fratelli d'Italia de Giorgia Meloni y un cuarto grupo de independientes.