Con un discurso políticamente correcto en su llegada a Atenas, Barack Obama no mencionó a Donald Trump pero marcó la necesidad de estar atentos al "aumento de un nacionalismo vulgar o étnico”. 

“Y nunca pediré perdón por decir que el futuro de la humanidad y el futuro del mundo se definirán por lo que tenemos en común, en oposición a las cosas que nos separan y, finalmente, nos abocan al conflicto”, planteó Obama que- como gran parte del mundo- no imaginaba que el magnate republicano sería su sucesor. 

Además señaló: “No realizamos nuestro potencial como país cuando impedimos a los negros, latinos, asiáticos, gays o mujeres que participen plenamente en el proyecto de construir la vida americana”. 

Luego se refirió a la realidad del viejo continente y remarcó: “Sabemos lo que ocurre cuando los europeos empiezan a dividirse y a enfatizar sus diferencias y competir entre ellos a la manera de una suma cero. El siglo XX fue un baño de sangre. Y, pese a todas las frustraciones y fracasos del proyecto para unificar Europa, las últimas cinco décadas han sido un periodo de paz, prosperidad y crecimiento sin precedentes”.

El mandatario estadounidense fue recibido con honores militares, por el ministro de Defensa griego y mantendrá varias reuniones en Atenas durante 48 horas. Más tarde, en Alemania, se encontrará con Merkel y en Perú participará de la cumbre del APEC (Cooperación Económica Asia-Pacífico).