Una joven canadiense fue condenada por asesinar a su amiga, después que la Policía la descubriera por un detalle en una selfie que se tomaron las jóvenes antes del crimen y que subió la atacante a las redes sociales.

El hecho ocurrió hace dos años, cuando Brittney Gargol, de 18 años, fue hallada sin vida y con signos de estrangulamiento en un basurero de Saskatoon. Horas antes, Cheyenne Rose Antoine, de 21, subió una foto de ambas a Facebook, en donde escribió: “¿Dónde estás? No supe más nada de ti, espero que hayas llegado a casa sana y salva”.

Ante las autoridades, la asesina dijo que después de una asistir a una fiesta, su amiga se había ido con un hombre no identificado, mientras ella regresó a lo de su tía. Pero al chequear la selfie, la Policía descubrió un detalle: la victimaria llevaba puesto el mismo cinturón que había sido encontrado cerca del cuerpo de la víctima.

De esta forma, este lunes en el juicio, Antoine confesó el crimen de quien era su “amiga inseparable”, como expresó. “Nunca voy a perdonarme; nada de lo que diré o haré la traerá de vuelta, lo siento tanto, no debería haber sucedido nunca”, lamentó.

La atacante contó que, antes del crimen, se habían emborrachado y fumado marihuana, y habían tenido una discusión, que derivó en los golpes y el estrangulamiento, y en la posterior muerte de Gargol, según informó Toronto Sun. Se declaró culpable, pero dijo no recordar que hubiera matado a su amiga.

Por su parte, el abogado defensor aseguró que la joven había sido abusada durante años por sus padres adoptivos, mientras que la jueza Marilyn Gray la evaluó positivamente, al considerar que mostró remordimiento, y por eso la sentenció a 7 años de cárcel por homicidio culposo.