El cuerpo del periodista y escritor  Jesús Javier Valdez Cárdenas yacía sobre el cemento caliente de la avenida Riva Palacio, en Sinaloa México. 

El hombre, conocido por su labor en el diario local Rio Doce- del que era fundador- y corresponsal para La Jornada, recibió varios impactos de bala. De momento se desconoce la identidad de los culpables, así como los motivos que los llevaron a hacerlo aunque no se descarta el vínculo con el narcotráfico que Valdez Cardenas solía investigar. 

Los atacantes lo hicieron desde un auto que se dio a la fuga. Más tarde se halló el vehículo en las cercanías. Sobre el pavimento quedaron varios casquillos de arma corta.

Valdez fue asesinado antes de entrar a la redacción y se convierte en el sexto periodista, en lo que va del 2017, en morir en defensa de la libertad de expresión en México que se ve arrasada por las guerras entre carteles y una justicia que parece parcial. 

El pasado 2 de marzo fue ejecutado Cecilio Pineda Brito, periodista independiente en Guerrero y colaborador de La Jornada, y el 19 del mismo mes, en Veracruz, le quitaron la vida al columnista Ricardo Monlui, director del diario El Político y columnista de temas de la industria cañera en el Diario de Xalapa.

Cuatro días después, el 23 de marzo, mataron a Miroslava Breach, reportera del periódico La Jornada en la capital de Chihuahua. El 14 de abril fue asesinado en La Paz, Baja California Sur, Maximino Rodríguez, y el 2 de mayo Filiberto Álvarez, reportero de una radio de Morelos.

Este mismo lunes, antes de morir asesinado, Valdez envío a La Jornada una nota sobre la protesta de maestros que exigían justicia por sus compañeros asesinados. A principios de mayo, el periodista sinaloense –también corresponsal de la agencia francesa AFP– había enviado un reportaje al mismo rotativo con el título: “El compadre de El Chapo, su peor enemigo”, donde narraba cómo Dámaso López Núñez, El Licenciado, había ayudado a Joaquín Archivaldo Guzmán Loera a escapar del penal de Puente Grande, Jalisco.

Fuente: Nodal.