Luego de que el ministro del Interior italiano, Marco Minitti, anunció en una rueda de prensa que la policía nacional abatió en Milán al tunecino Anis Amri, principal sospechoso del atentado provocado con un camión contra un mercado navideño en Berlín; Angela Merkel agradeció al primer ministro italiano, Paolo Gentilone la labor de las fuerzas de seguridad de ese país. 

Además se hizo eco de las críticas a su Gobierno por tema de seguridad de fronteras y refugiados y planteó: "Allí donde se vea la necesidad de cambios legales o políticos, el gobierno alemán acordará rápidamente e implementará las medidas necesarias".

Merkel aseguró que con la muerte del sospechoso la investigación no está terminada ya que  "vamos a saber quién sabía de los planes de Amri, quien le ayudó y quién le escondió".

 Además la funcionaria alemana mantuvo una conversación telefónica con el mandatario de Túnez, Bejo Caid Essebi:  "Le he dicho al presidente que los procesos de deportación deben mejorar e incrementarse en número".

El ministro de Justicia alemán, Heiko Maas, anunció que se tomaran decisiones "muy rápidamente, en enero", para determinar "como se puede vigilar mejor a las personas peligrosas" y, por otra parte , "cómo expulsar lo más rápido posible" a los inmigrantes en situación irregular.

Amri estaba en Alemania a la espera de ser deportado desde hacía varios meses pero el proceso no se llevó a cabo ya que Tunez no lo reconocía como ciudadano.