En un comunicado titulado "Votamos 'No', seguimos por la paz. Urgencia y Paciencia", Álvaro Uribe  redujo las 68 "capitulaciones" que había objetado al acuerdo  firmado el pasado septiembre en La Habana, y presentó una lista de cinco puntos a negociar. 

El Centro Democrático tiene planeado llevar esta semana sus planteamientos al Gobierno para avanzar en el diálogo tras el plebiscito que frenó el proceso iniciado por Juan Manuel Santos y el líder de las FARC, Timochenko. 

El actual senador insistió en que los responsables de crímenes deben pagar con "reclusión efectiva, pena privativa de la libertad, entre 5 y 8 años" aunque ahora contempla que la reclusión pueda ser en granjas o sitios especiales; e incluso propuso conceder una amnistía para los guerrilleros rasos, "no incursos en delitos de lesa humanidad". 

Las críticas también se centran en "los privilegios para el partido de la FARC y la elegibilidad de responsables de delitos atroces" como así también le exigió al actual Presidente que "las discusiones (con el Gobierno) sean públicas para evitar tergiversaciones".

Uribe también pidió que a los guerrilleros se les otorgue "protección efectiva a condición de la suspensión de todos los delitos, narcotráfico y extorsión incluidos" y que se debe  "privilegiar la erradicación manual de drogas ilícitas, sin que el Gobierno pierda la facultad de fumigar cuando lo estime conveniente". 

A pesar de esta pausa en el proceso de paz y diálogo, el cese al fuego se ha mantenido vigente.