Como se sabe, este lunes se llevó a cabo el traspaso de la presidencia ‘pro tempore’ del Mercosur en el saliente Uruguay y el entrante Venezuela, de acuerdo al Tratado de Asunción y el Protocolo de Ouro Preto.

El canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa explicó que la rotación se “hace desde hace 25 años” a través del orden alfabético de los países miembros del bloque y que, por ende, jurídicamente le corresponde la sucesión al país gobernado por Nicolás Maduro.

Hasta pocas horas atrás, el único miembro que se había opuesto a que Venezuela asumiera el cargo era Paraguay, señalando que “esta es una presidencia de facto, que Paraguay no reconoce como tal y no se da por notificado”, indicaba el canciller de ese país, Eladio Loizaga.

Al gobierno guaraní se suma ahora el argentino, al considerar que "ningún país" puede asumir "sin traspaso" la presidencia del Mercosur. "Argentina considera que ningún país puede asumir la presidencia sin traspaso", afirmaron fuentes de la Cancillería argentina a la agencia DyN.

En tanto, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de nuestro país se propuso "una reunión de coordinadores para solucionar el problema", que –según fuentes extraoficiales– se podría realizar durante los Juegos de Río, que comienzan el próximo 5 de agosto.

La nueva posición argentina no puede sorprender a nadie ya que, desde su asunción, todo apunta a que Mauricio Macri busca dinamitar el Mercosur para priorizar el ingreso argentino a la Alianza del Pacífico, un bloque integrado por  Chile, Colombia, México y Perú, más cercano a los intereses norteamericanos en la región.