Los residuos, que contienen sedimentos y metales pesados, cambiaron el color del agua a un tóxico amarillo, que afectó el río Animas que atraviesa los estados de Colorado y Nuevo México, informa Sky News.

La Agencia de Protección Ambiental indicó que el derrame ocurrió cuando un equipo del organismo federal, que trabajaba con maquinaria pesada, fracturó accidentalmente una barrera de contención del depósito de aguas residuales de una mina de oro abandonada.

Si bien las autoridades medioambientales aseguraron que el derrame no representa una amenaza para el agua potable, la vida silvestre está en peligro, debido a que la acidez del río ha aumentado 100 veces.