Washington continúa su embestida sobre la supuesta injerencia de la trama rusa en las elecciones presidenciales pasadas de Estados Unidos, mientras Twitter restringe el uso de su plataforma a medios rusos, funcionarios estadounidenses pasan a ser acusados de conspiración. 

La investigación encabezada por el fiscal especial Robert Mueller lleva a que el ex jefe de campaña de Donald Trump, Paul Manafort, y su exsocio Rick Gates se enfrentan al cargo de “conspiración contra Estados Unidos”. 

Los 12 cargos contra ambos, quienes se entregaron hoy al Buró Federal de Investigaciones (FBI), fueron aprobados por un gran jurado federal el pasado viernes. Manafort se presentó por su cuenta en el día de hoy, a primera hora del día, en las oficinas del FBI para luego comparecer ante una corte federal de Washington.

Antes de dirigir la campaña electoral de Trump durante unos meses, Manafort trabajó para un multimillonario con el fin de beneficiar al Gobierno del presidente ruso, Vladímir Putin, además de estar vinculado a negocios irregulares con prorrusos en Ucrania.

Trump volvió a insistir con que se trata de "una caza de brujas" que tiene como fin último desprestigiar su mandato como ocurre con lo que él llama "fake news" (noticias falsas). 

La investigación de Mueller también cubre las finanzas y negocios familiares del presidente y busca determinar si Trump incurrió en obstrucción de la justicia cuando despidió en mayo pasado al entonces director del FBI, James Comey, quien lideraba el caso de la trama rusa.