La campaña electoral norteamericana cada día está más 'sucia', con el neofascista Donald Trump por el lado de los republicanos y con Hillary Clinton por el de los demócratas.

Sin embargo, otro precandidato demócrata no quiere quedarse atrás. Se trata de Bernie Sanders, cuyos partidarios organizaron un 'escrache' al paso de la caravana de autos entre los que estaba el que llevaba a su adversaria interna.

Como cuando lanzaron dólares en la cara de Joseph Blatter, haciendo alusión a los hechos de corrupción que atraviesan la FIFA, también fueron billetes –aunque de 'Monopoly'– los que lanzaron al camino de la esposa de Bill.