El economista estadounidense Steve Hanke elabora para la revista Forbes el Índice de Miseria (Misery Index) todos los años a partir de un cálculo que refleja la suma de las tasas de desempleo, inflación y de préstamos bancarios de un país, menos el cambio porcentual en Producto Interno Bruto (PIB) real per cápita.

El profesor de economía aplicada de la Universidad de John Hopkins en Baltimore, explica que si un país tiene elevados índices de inflación, altos costos de endeudamiento y desempleo, es muy probable que su taza de miseria sea más elevada: en cambio, si un país crece económicamente, tiene inflación y tasas de interés bajas y poco desempleo, tenderá a reflejar un menor valor.

Según el índice más reciente, el país más miserable de 2018 fue Venezuela, que se ubica en el puesto 1 de los 95 países estudiados con 1746.439,1 puntos. Pero el número dos resultó ser la Argentina: con 105,6 puntos saltó desde el cuarto lugar que ocupaba en 2017, tras una nueva devaluación del peso entre agosto y septiembre del año pasado y una escalada en el aumento de precios que alcanzó un 47%.

"Argentina saltó al puesto 2° luego de otra crisis cambiaria. Desde su fundación, Argentina ha sufrido numerosas crisis económicas. La mayoría puede adjudicarse a la mala gestión interna y los problemas cambiarios. Para enumerar sólo algunas de estas crisis: 1876, 1890, 1914, 1930, 1952, 1958, 1967, 1975, 1989, 1990, 2001 y 2018. Hasta que Argentina descarte el asediado peso y lo reemplace con el dólar estadounidense, seguirá miserable", consideró Hanke en su texto para Forbes.

El segundo lugar entre los países más desdichados lo ocupa otra nación sudamericana:Argentina . El país tiene 105,6 puntos en el índice y saltó al puesto dos el año pasado (desde el cuarto lugar que ocupaba en 2017) después de sufrir una nueva devaluación del peso y una escalada en los precios al consumidor, que alcanzó un 47% en 2018. "Hasta que Argentina no abandone el asediado peso y lo reemplace con el dólar estadounidense, será desdichado", escribió Hanke en Forbes.

En la región, Brasil con 53,6, es nuevo número cuatro del ranking mientras que Chile es el mejor posicionado en el puesto 58, con 10,3 puntos. Le siguen Panamá (10,7) en la posición 54 y Bolivia (10,8) en el lugar 52.