A través de una ordenanza, la ciudad de San Francisco, prohibió el uso de cigarrillos electrónicos. Allí se sostiene que ante el "impresionante aumento" del vaporeo entre los jóvenes con "consecuencias significativas en la salud pública", se decidió tomar la medida.

Según este texto en una tienda o en Internet, un cigarrillo electrónico debe haber sido aprobado por la Agencia Federal de la Salud, y hasta el momento ningún dispositivo cumplió con los requisitos.

La ordenanza también se aplica a los productos de tabaco aromatizados, pero no castiga la posesión o el uso de cigarrillos electrónicos. La alcaldesa, London Breed, ya dijo que ratificaría la ordenanza en 10 días.