Acerca de la consigna "Hacia un nuevo orden mundial para vivir bien", la Presidenta recordó: "La primera vez que escuche la distinción entre vivir mejor y vivir bien fue en Nueva York en 2005. Yo era senadora y dábamos una conferencia en la New School, de forma conjunta con el actual canciller. Mas allá de la categoría política, desde 2005 si observamos el mundo, podemos decir que no estamos ni bien ni mejor, estamos peor".
"Las cuestiones han tendido a agravarse- sostuvo la Presidenta - observemos la absoluta fragilidad que implica tener un orden mundial basado en poderes hegemónicos y en una falta de abordaje racional de los problemas del mundo, sin un abordaje discrecional que implicaría que los que mayor poder tienen, tengan mayor responsabilidad".
Asimismo la mandataria hizo referencia a lo que denomina "anarcocapitalismo": "esto que esta pasando no es capitalismo, es una distorsión total absoluta . Anteriormente, en aquel capitalismo podíamos encontrar la categoría de la explotación o la plusvalía, pero en este capitalismo dominado por los capitales financieros tenemos una nueva categoría que es la de la exclusión. Ya ni siquiera los hombres y mujeres son importantes para explotarlos, sino que se los excluye".
"A partir de la reversión del capitalismo tradicional, y la aparición de los derivados financieros, se comenzó a generar dinero sin que éste pasara por el circuito de la producción de bienes y servicios ", explicó Cristina.
"En mi país se hizo el primer experimento cuando se dijo que la moneda argentina era igual al dólar. Se endeudó al país a partir de la financiación de ésta ficción por más de diez años, y se llegó a deber mas del 160% del PBI. Se desindustrializó el pais, como ya había ocurrido en el último de los golpes militares, también con la reforma de Ley de entidades financieras", recordó.
"Todo esto termina implosionando en el año 2001 con el default mas grande del que se  tiene memoria. Ycuando en 2003 asume el gobierno del Presidente Néstor Kirchner, comenzamos una larga marcha para encausar al país".
"Primero para cubrir la deuda interna que teníamos con millones de argentinos - explicó la Presidenta -luego comenzamos a trabajar el tema de la Deuda externa. Nos tocó encargarnos de la deuda que habían generado otros países".
Acerca del acuerdo con el Club de París Cristina expresó: "hace pocos días también cerramos la negociación y reestructuramos la deuda con el Club de Paris, formado en 1956 cuando al Argentina decidió tomar un crédito de 700 millones de dólares con varios países europeos. Yo tenía 3 años y mi joven Ministro de Economía (Axel Kicillof) que fue el que la renegoció, ni siquiera había nacido". Cristina calificó entonces a la historia del endeudamiento como "un verdadero cepo sobre las economías emergentes".
"En esta suerte de anarco capitalismo - continuó la Presidenta- un grupo de fondos buitres adquirió, a precios irrisorios, títulos de la deuda, y vienen cobrando sin que Argentina acceda el mercado de capitales ".
"Este pequeño grupo de Fondos buitre pone en peligro no solo a la Argentina, lo que se esta poniendo en juego es el sistema financiero y económico internacional", advirtió.
"Aquí en América del sur, los gobiernos que hemos podido remontar atrasos, hoy nos vemos también con que quieren trasladarnos las deudas. Por eso es muy importante que éste grupo se pronuncie contra estas practicas financieras y sobre todo contra un modelo que se ha tornado sistémico, porque ya no necesitan siquiera la forma colonial típica del siglo 20, que por cierto aun existe en nuestro continente en la islas Malvinas".
"Los americanos y latino americanos creemos firmemente en los valores de la libertad, democracia e independencia, que también exigen que los países puedan organizarse de acuerdo a sus tradiciones, creencias y al respecto irrestricto de los Derechos Humanos, y Argentina es un ejemplo de ello en todo el mundo".
"La unilateralidad ha dejado de ser conveniente para todos, y creemos que este nuevo orden requiere un sistema económico donde las calificadoras de riesgo no puedan libremente calificar un país sin que se cree un sistema que retome lo que fue su visión original. El fundamentalismo pibotea sobre las necesidades, sobre pueblos que carecen de educación, salud y vivienda, para allí generar lo que ya sabemos que se genera. Si no se entiende esta lógica, cada vez estaremos peor, y ya no podremos vivir ni mejor ni bien", concluyó la presidenta.

La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner pronunció un fuerte discurso en el marco de la cumbre del G-77 más China que se desarrolla en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.

Acerca de la consigna "Hacia un nuevo orden mundial para vivir bien", la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner recordó: "La primera vez que escuché la distinción entre vivir mejor y vivir bien fue en Nueva York en 2005. Yo era senadora y dábamos una conferencia en la New School, de forma conjunta con el actual canciller. Mas allá de la categoría política, desde 2005 si observamos el mundo, podemos decir que no estamos ni bien ni mejor, estamos peor".

"Las cuestiones han tendido a agravarse - sostuvo la Presidenta - observemos la absoluta fragilidad que implica tener un orden mundial basado en poderes hegemónicos y en una falta de abordaje racional de los problemas del mundo".

Asimismo la mandataria hizo referencia a lo que denomina "anarcocapitalismo", una distorsión total del capitalismo tradicional que ya no utiliza el método de la explotación o la plusvalía, sino que tiene "una nueva categoría que es la de la exclusión".

"Ya ni siquiera los hombres y mujeres son importantes para explotarlos, sino que se los excluye" y con la aparición de los derivados financieros, "se comenzó a generar dinero sin que éste pasara por el circuito de la producción de bienes y servicios ", explicó la mandataria argentina.

"En mi país se hizo el primer experimento cuando se dijo que la moneda argentina era igual al dólar. Se endeudó a partir de la financiación de ésta ficción por más de diez años, y se llegó a deber mas del 160% del PBI", recordó.

"Todo esto termina implosionando en el año 2001 con el default mas grande del que se  tiene memoria. Y cuando en 2003 asume el gobierno del Presidente Néstor Kirchner, comenzamos una larga marcha para encausar al país".

"Primero para cubrir la deuda interna que teníamos con millones de argentinos - explicó la Presidenta - luego comenzamos a trabajar el tema de la Deuda externa. Nos tocó encargarnos de la deuda que habían generado otros gobiernos".

Acerca del acuerdo con el Club de París Cristina expresó: "hace pocos días también cerramos la negociación y reestructuramos la deuda con el Club de Paris, formado en 1956 cuando al Argentina decidió tomar un crédito de 700 millones de dólares con varios países europeos. Yo entonces tenía 3 años y mi joven Ministro de Economía (Axel Kicillof) que fue el que la renegoció, ni siquiera había nacido".

Cristina calificó entonces a la historia del endeudamiento como "un verdadero cepo sobre las economías emergentes". "En esta suerte de anarco capitalismo - continuó la Presidenta- un grupo de fondos buitres adquirió, a precios irrisorios, títulos de la deuda, y vienen cobrando sin que Argentina acceda el mercado de capitales".

"Este pequeño grupo de Fondos buitre pone en peligro no solo a la Argentina, lo que se esta poniendo en juego es el sistema financiero y económico internacional", advirtió.

"Por eso es muy importante que éste grupo se pronuncie contra estas prácticas financieras y sobre todo contra un modelo que se ha tornado sistémico, porque ya no necesitan para dominar  la forma colonial típica del siglo 20, que por cierto aun existe en nuestro continente en la islas Malvinas", afirmó.

"La unilateralidad ha dejado de ser conveniente para todos, este nuevo orden requiere un sistema económico donde las calificadoras de riesgo no puedan libremente calificar un país sin que se cree un sistema que retome lo que fue su visión original. El fundamentalismo pibotea sobre las necesidades, sobre pueblos que carecen de educación, salud y vivienda, para allí generar lo que ya sabemos que se genera. Si no se entiende esta lógica, cada vez estaremos peor, y ya no podremos vivir ni mejor ni bien", concluyó la presidenta.