Se trata de Paul Craig Roberts, exsecretario del Tesoro de los Estados Unidos, exdirector del Wall Street Journal y experto en política económica, que escribió una fuerte columna de opinión en su sitio que tuvo eco en varios medios del mundo.

En su escrito, el exfuncionario estadounidense asegura que el ataque terrorista contra el semanario Charlie Hebdo fue una operación "diseñada para apuntalar el estado vasallo de Francia ante Washington".

Roberts afirmó que "los sospechosos pueden ser tanto culpables como chivos expiatorios" y opinó: "Basta recordar todos los complots terroristas creados por el FBI que sirvieron para hacer la amenaza terrorista real para los estadounidenses".

En la nota, el politólogo pone en duda los fines del atentado afirmando que las agencias de inteligencia norteamericanas planearon las operaciones de falsa bandera en Europa para crear odio contra los musulmanes y fortalecer la influencia de Washington en Europa.

Entre otras cosas, dijo: "La Policía encontró el carnet de identidad de Said Kouachi en la escena del tiroteo. ¿Les suena familiar? Recuerden que las autoridades afirmaron haber encontrado el pasaporte intacto de uno de los presuntos secuestradores del 11-S entre las ruinas de las torres gemelas".

Luego, expresa: "Una vez que las autoridades descubren que los pueblos occidentales estúpidos van a creer cualquier mentira transparente, van a recurrir a la mentira una y otra vez".

Para Roberts, este hallazgo apunta a que "el ataque contra 'Charlie Hebdo' fue un trabajo interno y que las personas identificadas por la NSA como hostiles a las guerras occidentales contra los musulmanes van a ser incriminadas por un trabajo interno diseñado para devolver a Francia bajo el pulgar de Washington".

El exfuncionario estadounidense recordó que "los astilleros (franceses) se ven afectados al no poder entregar los pedidos rusos debido a la condición de vasallaje de Francia ante Washington" y que "otros aspectos de la economía francesa están siendo impactados negativamente por las sanciones que Washington obligó a sus Estados títeres de la OTAN a aplicar contra Rusia".