A principios de mayo, Oscar González Oro hizo lo que nunca había hecho: hacer pública su vida privada. De viaje por París, decidió usar Instagram para publicar fotos suyas con su pareja, el joven piloto Tato, con quien mantenía una sólida pareja que ya llevaba dos años.

"Me parece que no darle el lugar en mi vida que se merece era casi injusto", decía entonces sobre su novio, "una persona que en los últimos dos años y medio de mi vida ha estado a mi lado, en las buenas y en las malas, en las alegrías y las tristezas. Me parece que también merecía tener cara", decía.

Una lástima, porque al parecer la historia de amor terminó casi simultáneamente con que tomara estado público la relación. “El Negro no venía bien, y esto de hablar con los medios de sus sentimientos no funcionó. Al chico tampoco le cayó demasiado bien que la historia se viera en todas las revistas”, dijo un conocido de la pareja a la revista Paparazzi.

Lo único confirmado por estas horas es que ya no conviven y que las comunicaciones telefónicas se van extinguiendo lenta pero inexorablemente, dice la mencionada publicación sobre esta historia de amor cuya ruptura ojalá se revierta. ¡Porque es tan lindo que la gente se quiera!