Diego se mostró muy contento en su regreso de Nápoles donde fue recibido realmente como un héroe. El 10 decidió ir con su novia a un boliche del conurbano.

Fueron a la disco Sutton, de San Miguel, donde Maradona se mostró como siempre: bailando, festivo y desvergonzado ante la gente que se agolpaba a sus pies.