Ya pasó un año, parece mentira. La caravana fúnebre repleta de seguidores, las polémicas entre la familia y sus amigos más cercanos, los médicos haciendo guardia en los canales de TV para explicar el deterioro extremo que sufría el cuerpo del cómico/bailarín/empresario/mediático, Ricardo Fort: aquella humanidad que no resistió al personaje.

Doce meses después, el joven que enamoró al heredero chocolatero vuelve a llorar por amor, como siempre, frente a las cámaras: "A pesar de ser un pibe, traté de darle la contención que podía, aunque mucha gente no lo entienda", recordó luego de revelar cómo fueron los últimos días de dolor continuo.

Ricardo no tenía idea del mundo terrenal. Díaz relató que en una oportunidad, le pidió plata para comer una pizza y el excéntrico de la barba candado le dio dos mil pesos en la mano. El hombre de seguridad fue el encargado de explicar que Fort no tenía noción del valor de una comida popular.