Así como a los mexicanos se los asocia siempre en las películas con los narcotraficantes, o a los mulsulmanes o árabes con el terrorismo. El ganador del Oscar dudó en aceptar ser el villano de James Bond si el papel tenía una connotación religiosa o ideológica.

Según contó el actor en una entrevista con Daily Mirror, antes de aceptar el papel habló con el director Cary Fukunaga para ponerle una condición. "Le dije no podemos identificarlo con ningún acto terrorista que refleje una ideología o una religión. Eso no me gustaría, así que si por esa razón soy tu elección, entonces puedes dejar de contar conmigo".

"Es un gran personaje y estoy muy emocionado. Claramente, no era mi visión ese tipo de terrorista. Mi personaje es un tipo de terrorista muy diferente. Es un guión extremadamente inteligente de personas que han descifrado lo que la gente quiere de estas películas. Pero sí siento un peso sustancial sobre mis hombros. Quiero decir, Bond es algo con lo que crecimos todos", agregó.