Vale aclarar que quien escribe esta columna es admirador de Adam Sandler. No se trata de un actor memorable, ni que se luzca por sus interpretaciones, pero sus films suelen tener algo especial, que, para sus fans, resulta atractivo y divertido. Sin embargo, también vale decir, que hace rato que no mete un éxito. Tal vez lo mejorcito de lo último de su filmografía sea “Hotel Transilvania”, donde puso su voz, o “Luna de miel en familia”, repitiendo dupla con Drew Barrymore. Asique, en este regreso con “En tus zapatos”, cuanto menos generaba cierta ansiedad.

La historia es original, con un hombre común y corriente, que trabaja de zapatero, y que, a través de una máquina que ha heredado de su familia, al igual que su negocio, logra convertirse en otra persona cuando, tras repararlo, se prueba el calzado de sus clientes. Con esta nueva habilidad que adquiere a lo largo del film, el protagonista comenzará a disfrutar de vivir en el cuerpo de otro, aunque por momentos se meterá en problemas, hasta que aprenderá a utilizarla para ayudar a alguien más.

Sandler no se sale mucho de los personajes que ya ha interpretado. No está mal en su papel, pero no aporta nada nuevo. Tampoco no tiene esos arranques delirantes y divertidos que acostumbra, aunque no desentona con la historia. Hasta por momentos se anima a mostrar alguna faceta más dramática, alejándose del cómico que lleva adentro.

Es una lástima que dos grandes como Dustin Hoffman y Steve Buscemi tengan tan poca participación. De todos modos, sus intervenciones enaltecen la cinta.

El inconveniente parece estar en que la película no se termina de definir. Quien se acerca al cine para ver “En tus zapatos” seguramente espera reírse con una comedia al ‘estilo Sandler’, pero lo cierto que es que la misma no despierta casi carcajada. Es como si el director y guionista Thomas McCarthy no terminara de definir hacia dónde iba a estar encarada la película. Tiene algún que otro momento cómico, pasando por un instante más dramático y serio, con destellos de thriller policial, y hasta con un costado romántico, pero no profundiza en ninguno de estos géneros.

En líneas generales, como entretenimiento y como una historia llevadera, la cinta cumple, y no mucho más. La idea es original, pero no termina de estar del todo explorada.

¿Hay que verla? Si el objetivo es pasar un buen rato en el cine, sí. “En tus zapatos” pasará desapercibida en la filmografía de Sandler, y seguramente no esté mucho tiempo en cartelera. A sabiendas que nadie se morirá de risa con esta producción, como sí ocurriera en otras ocasiones, la película se deja ver, y resulta llevadera.