Todo por una primicia, parece ser el lema de algunos programas y medios de comunicación. Por lo menos eso fue lo que hicieron con el pobre Gustavo Martínez, metiéndole el dedo en la llaga.

La cronista de Desayuno Americano fue a buscarlo a la puerta de la casa ya que la expareja de Ricardo Fort no quiso asistir al programa, por el malestar emocional que le genera hablar de Ricardo.

No importa, todo por una primicia, a la periodista la mandaron e hizo la nota igual.