El actor Pablo Cedrón hizo estallar de la risa a todos los integrantes de Pura Química con sus historias de vida en España, pero en especial, por su particular forma de contarlas.

Las desopilantes anécdotas incluyeron su estadía en Barcelona, donde trabajó y vivió en una carpintería, y las experiencias de Miguel Abuelo en la cárcel, donde los presos tenían cierto acercamiento con los gatos.

“El baño era muy chiquitito, y cuando iba ‘Chatruc’ que era muy grandote, tenía que hacer caca con la puerta abierta; estaba naturalizado, ya no llamaba la atención”, contó el actor en relación a la vivienda, donde, según aseguró, lavaban los platos en el inodoro. “Tirábamos la cadena, y enjuagábamos los platos”, recordó.

Allí, en España, conoció a Miguel Abuelo, quien dormía en la calle dentro de una caja de cartón. El músico estuvo en la cárcel, donde, de acuerdo con la historia de Cedrón, “uno de los presos amaestraba gatos, para que succionen miembros, y se los vendían a otros presos”.