Natalia Oreiro ya se encuentra en Rusia para presenciar el Mundial de Fútbol. La cantante que es muy querida por la comunidad LGBT,se presentó en una radio con la bandera de la comunidad homosexual, en un país donde se los persigue y se los mata. 

En 2013, el Parlamento aprobó una ley que castiga con multas y penas de cárcel la “propaganda homosexual” dirigida a menores, una expresión confusa que prohíbe de hecho el activismo a favor de los derechos de la comunidad LGTB.

Algunos militantes fueron acosados por haber compartido información sobre los derechos LGTB en las redes sociales o detenidos por haber exhibido banderas arcoíris durante manifestaciones.

El año pasado, homosexuales originarios de Chechenia, una república rusa de mayoría musulmana situada en el Cáucaso, informaron de casos de secuestros y torturas por parte de las fuerzas de seguridad.

Alexéi Smertin, el responsable de la lucha contra las discriminaciones en el Mundial, afirma sin embargo que los aficionados homosexuales debe sentirse “seguros y cómodos” durante la competición.

“Todas las personas que visiten Rusia en 2018, sea cual sea su origen, religión, posible discapacidad u orientación sexual, pueden esperar una cálida acogida, una gran hospitalidad y una experiencia inolvidable”, indicó a la AFP el comité de organización local de la FIFA, que añadió que se permitirán las banderas LGTB en los estadios y los acontecimientos públicos.