Nacha empezó a decirles que todas las excusas que le habían dado ante las burlas no tenían valor. Primero les aclaró que "sin querer" puede ser una vez, si es más de una no, después les aclaró que tampoco son chiquitos y les propuso que las disculpas las pidieran con acciones y los instó a hacer un encuentro con familiares de enfermos de Parkinson para que toman contacto con la realidad.

Como los chicos tuvieron tiempo para pensar su respuesta se notó que se habían preparado e intentaron pedir disculpas una vez más.

Pero Nacha les aclaró que con maldad o sin maldad el daño estaba hecho.