Madonna sorprendió a todos con un discurso fuerte, que enarboló los derechos de las mujeres y la batalla que ellas libran dentro de la industria de la música.

Pero, sin duda, el momento más intenso de la charla fue cuando recordó el episodio en que fue violada por un desconocido a punta de cuchillo. El hecho sucedió en Nueva York, a donde Madonna recién había llegado con 19 años.

"Recuerdo sentirme paralizada. Me tomó bastante recuperarme y volver a ser creativa, continuar con mi vida. Me apoyé en la poesía de Maya Angelou, y en los ensayos de James Baldwin, y en la música de Nina Simone. Recuerdo que deseaba tener una colega femenina a la que pudiera acudir por apoyo", dijo la cantante, de 58 años.

Al mismo tiempo, expresó: "La gente dice que soy polémica, pero creo que lo más polémico que he hecho es sobrevivir. Michael ya no está aquí. Tupac se fue. Prince se fue. Whitney ya no está. Amy Winehouse se fue. David Bowie ya no está. Pero yo sigo en pie".

Pero Madonna se refirió también al estado machista en que vivimos: "Las mujeres han estado oprimidas por tanto tiempo que creen lo que los hombres tienen para decir sobre ellas. Creen que tienen que respaldar a un hombre para hacer el trabajo. Como mujeres, tenemos que empezar a apreciar nuestro propio valor y el valor de los demás”.

La artista recalcó que "zorra" y "arpía" fueron los calificativos más usados por sus detractores a la hora de referirse a sus actuaciones, y habló de los peligros que tuvo que enfrentar cuando cantaba en clubes nocturnos a principios de los 80.

La diva concluyó: "Lo más importante, no dejen que nadie nunca les arrebate la alegría. Se la merecen y gracias por recordarme que yo también me la merezco".