Este sábado por la noche, Roberto García Moritán , el marido de Pampita Ardohain , hizo su primera participación a solas en un programa de televisión. El empresario visitó PH: Podemos Hablar y habló sobre los deseos de agrandar la familia, la historia de amor con la modelo , su relación con Benjamín Vicuña y la familia ensamblada.

Cómo fue la propuesta de casamiento de Roberto García Moritán a Pampita – PH Podemos Hablar 2020

"Estuve cuatro años casado con la mamá de mis dos hijos, pero de Milagros a Caro pasaron casi 13 años en donde, si bien hubo algunas historias, no conviví con nadie", contó cuando preguntaron cuáles de los invitados habían estado mucho tiempo sin pareja. "Yo sentía que todo el amor que necesitaba me lo daban mis hijos, que tenía la familia perfecta. Con el paso del tiempo, los chicos se hicieron grandes y empezaron a priorizar sus amistades, entonces me quedaba solo los fines de semana y sentí la necesidad de conocer a alguien".

Durante un viaje de negocios, Roberto tuvo una visión sobre Pampita que lo llevó a contactarla. "Yo pensaba que ella era la mujer más linda del mundo, pero totalmente inalcanzable", explicó. "Un día estaba en el auto camino a Rosario y la visualicé. Le dije a Marcos, mi socio que iba conmigo, que había visto a Pampita, que era ella, y me dijo que la llame que estaba recién separada. Le escribí a Oriana, una amiga de Caro que conocía, y le dije que creía que era un gran candidato. Ella me contestó que sí y me pasó el teléfono. Nunca antes la había visto, solo en revistas y televisión, pero no la conocía".

"A las pocas horas me cae una solicitud de Pampita en Instagram y no lo podía creer. Esperé un ratito hasta aceptarla y nos empezamos a escribir. Algo muy interesante es que desde ese momento hasta que nos vimos en persona pasó un mes, porque los dos teníamos viajes programados. Eso nos llevó a conocernos desde otro lugar".

Robeto también reveló cómo fue que se dio cuenta que la morocha era la mujer de su vida. "A los pocos días de habernos conocido, ella vino a casa y me ayudó a decorar el cuarto de mis hijos. Cuando la vi sentada en el piso, tratando de sacar unas calcomanías de la pared que estaban imposibles de despegar, llena de polvo, supe que me quería casar. Me ayudó a pintar, a lijar, trabajaba toda sucia y con mucho amor, y supe que eso era para siempre".